El Coronel sí tiene quien le lea: Cooperación internacional
en proyectos innovadores de lectura del Caribe colombiano
The Colonel Does Have Someone To Read To Him: International Cooperation
In Innovative Reading projects in the Colombian Caribbean
Katherine Restrepo Pérez,1 Ana Inés Aragón Ávila2 y Alberto Martínez Monterrosa3
Cómo citar:
Restrepo Pérez, K., Aragón, A. y Martínez, A. (2019). El Coronel sí tiene quien le lea: Cooperación internacional. Revista Internacional de Cooperación y Desarrollo. 6(2). 87-107
DOI 10.21500/23825014.4370
Copyright: © 2019
Revista Internacional de Cooperación y Desarrollo.
Esta revista proporciona acceso abierto a todos sus contenidos bajo los términos de la licencia creative commons Atribución–NoComercial–SinDerivar 4.0 Internacional (CC BY-NC-ND 4.0)
Tipo de artículo: artículo resultado de ivestigación
Recibido: septiembre de 2019
Revisado: octubre de 2019
Aceptado: noviembre de 2019
Autores
1 Profesional en Lingüística y Literatura, Universidad de Cartagena. Mágister en Cooperación Internacional para el Desarrollo. Contacto: katherinerestrepop@hotmail.com
ORCID: https://orcid.org/0000-0003-2778-6528
2 Comunicadora Social, Universidad de Cartagena. Mágister en Cooperación Internacional para el Desarrollo.
Contacto: anainesa@gmail.com
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1364-672X
2 Investigador Asociado, adscrito al grupo de investigación PBX de Comunicación, Cultura y Cambio Social de la Universidad del Norte.
Contacto: amartinez@uninorte.edu.co
ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0780-9924
Artículo Resultado de Investigación
Este artículo presenta los resultados de investigación a partir de la aproximación a dos proyectos innovadores en promoción de la lectura en el Caribe colombiano; La Carreta Literaria, en el departamento de Bolívar, y Biblioburro, en el departamento del Magdalena. Los objetivos de la investigación se direccionan a evaluar los efectos de la cooperación internacional en los proyectos a partir de la evaluación cualitativa de los criterios de visibilidad, cobertura, sostenibilidad y replicabilidad, realizando además un análisis crítico de las experiencias para establecer su relación con tres dimensiones de desarrollo; la inclusión y cohesión social, la participación ciudadana y la sostenibilidad cultural.
Como técnica de investigación, se llevaron a cabo entrevistas semiestructuradas con diferentes grupos poblacionales siguiendo el método cualitativo de la sociología comprensiva. En general, los resultados de la investigación están encaminados a establecer los nexos entre prácticas de lectura y escritura, desarrollo humano y cooperación internacional.
Palabras clave: capacidades; cooperación internacional; cultura; desarrollo humano; escritura; lectura; promoción de la lectura.
Abstract
This article presents the results of the research based on the approach to two innovative projects in the promotion of reading in the Colombian Caribbean; La Carreta Literaria, in the department of Bolívar, and Biblioburro, in the department of Magdalena. The objectives of the research are aimed at assessing the effects of international cooperation on projects based on the qualitative evaluation of the criteria of visibility, coverage, sustainability and replicability, as well as a critical analysis of the experiences to establish their relationship with three development dimensions; social inclusion and cohesion, citizen participation and cultural sustainability.
As a research technique, we succeed in semi-structured interviews with different population groups following the qualitative method of comprehensive sociology. In general, the results of the research are aimed at establishing the links between reading and writing practices, human development and international cooperation.
Keywords: capacities; international cooperation; culture; human development; writing; reading; reading promotion.
I. Introducción
La importancia del lenguaje escrito para el desarrollo de las libertades individuales, es un tema de análisis y estudio relativamente reciente. Estar alfabetizado va más allá de tener la facultad leer o escribir, es decir, de un ejercicio mecánico o productivo; la alfabetización debe ser entendida como una apropiación del lenguaje que impacta en el ámbito personal, social, cultural y político.
Según el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe –Cerlalc–, la lectura y la escritura hacen parte de los derechos culturales “como mecanismos de participación efectiva en la producción de conocimiento del mundo”, estos derechos culturales, también entendidos en la Carta Cultural Iberoamericana como derechos de carácter fundamental, “son la base de la plena ciudadanía y hacen de los individuos, en el colectivo social, los protagonistas del quehacer en el campo de la cultura” (Norden, 2006, párr. 4).
El presente artículo de investigación propone un ejercicio analítico y reflexivo sobre la relación entre prácticas de lectura y escritura, desarrollo humano y cooperación internacional a partir de la aproximación a dos proyectos de promoción de la lectura del Caribe colombiano que se destacan a nivel nacional E internacional por su innovación, practicidad y coherencia con diferentes contextos culturales y sociales de la región; La Carreta Literaria, en el departamento de Bolívar, y Biblioburro, en el departamento del Magdalena.
El objetivo principal del estudio, que se enmarca en la línea de investigación Instrumentos y Prácticas de la Cooperación Internacional, fue analizar los efectos de la cooperación internacional en los proyectos innovadores de lectura de la región del Caribe colombiano, evaluando los avances –o retrocesos– a los que se han llegado en términos de visibilidad, cobertura, sostenibilidad y replicabilidad de los mismos. Por otro lado, a partir de una reflexión teórica, se buscó reconocer la importancia de la apropiación del lenguaje escrito para el desarrollo humano sostenible atendiendo al concepto de desarrollo como libertad y el enfoque de las capacidades humanas, expuestos por el economista y filósofo indio Amartya Sen (2000), y las dimensiones de desarrollo social planteadas por Jesús Martín Barbero y Gemma Lluch como parte del proyecto Lectura, escritura y desarrollo en la sociedad de la información (2011), auspiciado por el Cerlalc y la Aecid.
Como técnica de investigación se llevaron a cabo entrevistas semiestructuradas con diferentes grupos poblacionales siguiendo un método cualitativo. Para la fundamentación teórica, en la que se hace una aproximación a los conceptos de lectura y escritura como procesos relacionados intrínsecamente, es decir, como partes del mismo proceso metacognitivo, se reunieron aportes de académicos como Paulo Freire (1984) y Thiago de Souza (2016).
La investigación parte de las nociones de leer y escribir como prácticas socioculturales en tanto hacen uso del repertorio de experiencias, formas de entender y pronunciar el mundo y permiten a su vez generar acercamientos y recreaciones de la realidad, forjando así las individualidades y el reconocimiento del otro, “la lectura se presenta como una fuente de reducción de deformaciones e indiferencias, y ayuda en la construcción de oportunidades para una vida mejor” (De Souza, 2016, p.97).
La lectura y la escritura son también herramientas políticas que permiten disminuir las brechas sociales y económicas que desde el mismo sistema educativo y el Estado –por desatención o abandono– se han incitado, en una era en la que las nuevas tecnologías, el flujo de la información y la preeminencia del formato escrito exigen nuevas formas de ejercer la ciudadanía (Barbero y Lluch, 2011).
En este sentido, la promoción de la lectura y la escritura –también denominada en este trabajo como promoción del lenguaje escrito–, se entiende como una práctica para el desarrollo de capacidades humanas cuyo objetivo debe trascender los procesos de alfabetización tradicional para generar procesos de pensamiento más complejos que repercutan en todos los ámbitos del individuo como ser social.
Es así como la pertinencia de esta investigación se fundamenta en la generación de un sustento teórico y empírico para entender, por un lado, las relaciones entre la promoción del lenguaje escrito y el desarrollo humano sostenible, en tanto que la lectura y la escritura son un medio para el fortalecimiento de las capacidades individuales y los capitales simbólicas de las comunidades. Por otro lado, este reconocimiento facilita establecer los nexos entre promoción de la lectura y cooperación internacional, en tanto que la cooperación –cuyo fin es el desarrollo–, por medio de sus instrumentos, hace posible que diversas experiencias de lectura y escritura se consoliden como “buenas prácticas”.
La estructura del artículo está organizada por las precisiones metodológicas de la investigación y seguidamente se realiza una breve descripción de los proyectos que son el objeto de estudio. En el cuarto apartado, que corresponde a los resultados de la investigación, se presenta inicialmente el análisis de cuatro dimensiones de carácter cualitativo que permiten hacer una valoración del alcance de los proyectos de lectura y el aporte de la cooperación internacional. En un segundo ámbito de análisis, se indagan tres dimensiones de desarrollo social en los casos de estudio, haciendo énfasis en los nexos entre promoción del lenguaje escrito y desarrollo humano sostenible. Finalmente, se presenta una discusión en torno a los retos de las iniciativas de promoción de lectura en Colombia y la pertinencia de la cooperación internacional.
II. Metodología
El trabajo de investigación se llevó a cabo desde el paradigma epistemológico postpositivista, ya que se aborda la realidad como una construcción social que se deriva de las interpretaciones de los sujetos en contexto y es explicada por medio de su propio discurso. Esta investigación de carácter cualitativo se diseñó a partir de la tipología de estudio de casos, abordando dos proyectos innovadores en la promoción de la lectura en el Caribe colombiano; La Carreta Literaria y Biblioburro.
A partir del método inductivo se delimitaron dos ámbitos de análisis; por un lado, se establecieron cuatro criterios que permiten evaluar los instrumentos de cooperación internacional para el fortalecimiento de los proyectos, específicamente en el contexto social y cultural del que hacen parte; los departamentos de Bolívar y Magdalena. Los criterios de evaluación están direccionados a valorar el aporte e impacto de la cooperación internacional en términos de:
El segundo análisis, buscó identificar tres dimensiones de desarrollo social en las dos experiencias estudiadas con el fin reconocer los nexos entre promoción del lenguaje escrito y desarrollo humano sostenible. Los indicadores establecidos permiten reconocer el impacto que tienen las prácticas concretas de promoción de lectura en las comunidades beneficiarias respecto a:
Para la selección de los proyectos estudiados –La Carreta Literaria y Biblioburro–se implementó la técnica no probabilística intencional, es decir, los proyectos fueron escogidos adrede teniendo en cuentas los criterios de focalización geográfica en cualquiera de los departamentos de la región Caribe, innovación o uso de estrategias no convencionales para la promoción de la lectura y recepción de recursos de cooperación internacional.
El acercamiento a la población participante se realizó desde la teoría de la sociología comprensiva, facilitando una investigación donde los individuos son conceptuados como agentes activos en la construcción y determinación de las realidades en las que se encuentran, capaces de la recreación de su entorno y abiertos a la apropiación de estrategias innovadoras que les faciliten acceder al conocimiento.
Al seleccionar una metodología de corte cualitativo, las fuentes primarias de información fueron recolectadas a través de entrevistas semiestructuradas enfocadas a cuatro grupos poblacionales:
Para la codificación y análisis de los datos obtenidos se clasificaron los elementos significativos en categorías específicas de acuerdo a su contenido. Esta información fue desplegada en una matriz de sistematización y detallada en los apartados 2 –Criterios de análisis de cooperación internacional en los proyectos innovadores de lectura– y 3 –Dimensiones de desarrollo evaluadas en los proyectos innovadores de lectura–
III. Buenas prácticas en el Caribe Colombiano: La Carreta Literaria y Biblioburro
Hoy día el reconocimiento de que la lectura y la escritura son elementos transversales que impactan áreas como la educación, la economía y la cultura, ha permitido replantear su importancia para el desarrollo humano sostenible. No obstante, considerando que el lenguaje escrito es un espacio estratégico de intercepción y enlace desde el que se da la integración social y política, se ha hecho indispensable redefinir los objetivos, medios e instrumentos de la promoción de la lectura y la escritura de manera coherente, eficiente y suficiente.
Las experiencias de innovación para el fomento de la lectura que fueron objeto de la investigación están en sincronía con la concepción de que a partir del desarrollo de las competencias lectoescriturales es posible la ampliación de las capacidades y libertades individuales que son el medio y el fin del desarrollo humano sostenible. Los dos proyectos descritos a continuación han sido considerados como “buenas prácticas” a nivel nacional e internacional, entendiendo este concepto como:
Acciones cuyo proceso de implementación ha sido exitoso, alcanzando un nivel de desarrollo que permita su reconocimiento por un universo que excede su propio territorio. Del mismo modo, su desarrollo y permanencia se extiende durante un período de tiempo suficiente que permita evaluar resultados y observar cambios importantes, por lo tanto, es reconocida por actores de diversos ámbitos, y es factible de ser comunicada y transferida a otras realidades (Ramos, 2009, p.13).
Proyecto La Carreta Literaria ¡Leamos! en Bolívar
“La carreta es el medio de transporte más antiguo que tiene la humanidad. Aquí en Cartagena nos sirvió hasta de alcantarilla”.
(M. Murillo, comunicación personal, 24 de mayo del 2019)
El momento en el que arrancó La Carreta Literaria, en cabeza de su fundador Martín Murillo, data del 22 de mayo de 2007 en la ciudad de Cartagena. La idea fundamental consiste en trasportar en una carreta libros y no frutas o verduras como comúnmente se hace en las calles de la ciudad, teniendo como objetivo el ir en búsqueda de ese lector pasivo que está oculto y volverlo activo. Hoy día esta experiencia ha llegado a impactar a más de 40.000 estudiantes en las instituciones educativas de los 48 municipios del departamento de Bolívar.
Innovando a partir del uso de medios y espacios no convencionales, La Carreta Literaria beneficia a una población sin discriminar edad ni condición socio-económica, movilizándose de norte al sur del departamento, siempre con la intención de promocionar el hábito de la lectura por placer y no por obligación.
La Carreta, cuenta hoy en día con todo un andamiaje cultural y desarrolla una metodología de trabajo fluida y dinámica, que a través de la lectura de cuentos, novelas y relatos orales recrea narraciones fantásticas, juega con la imaginación del lector y lo trasporta hacia un escenario mágico. Estos espacios de lectura se convierten en terapias colectivas en aquellas zonas donde factores como la pobreza y el conflicto armado han dilatado las brechas de la desigualdad.
A través de La Carreta, se facilitan herramientas al alcance de todo público; técnicas como la lectura individual o las dinámicas de lectura grupales permiten establecer una interacción activa para el intercambio del pensamiento.
Para su funcionamiento, este proyecto recibe financiación a nivel nacional como parte del portafolio de responsabilidad social de organizaciones como el Reinado Nacional de Belleza, RCN, Postobón y la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, siendo estos pilares en la divulgación y fomento de la estrategia de La Carreta desde sus inicios como un elemento representativo en la cultura de la región Caribe.
Además del respaldo de entidades locales como la Alcaldía Distrital y el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena de Indias, el proyecto cuenta con diferentes tipos de cooperación por parte de organizaciones de ámbito internacional como la Fundación SM en Colombia y el Centro de Formación de la Cooperación Española en Cartagena.
Proyecto Biblioburro en Magdalena
“Los burros se llaman Alfa y Beto y conforman la palabra “alfabeto”, entonces se hace una relación entre los burros y el conocimiento; los burros cargan conocimiento, y ese conocimiento se lleva a las poblaciones y comunidades mediante libros”
(H. Candanosa, comunicación personal, 13 de junio del 2019)
Este proyecto oriundo del departamento de Magdalena, surge en el año 1997 en el corregimiento de la Gloria. El objetivo fundamental de la iniciativa pedagógica conocida como Biblioburro es incentivar y promocionar la lectura, la alfabetización y la educación como elementos trasformadores de la calidad de vida y el desarrollo humano sostenible en jóvenes y población adulta que habita las zonas rurales asiladas del departamento.
Por lo general, las zonas visitadas son apartadas o recónditas, caracterizadas por una geografía inhóspita que no permite un fácil acceso vehicular y el transporte utilizado tradicionalmente por sus pobladores es el burro. El profesor Luis Soriano, creador y fundador de este proyecto, dando rienda a su pasión por la docencia se dirige literalmente “burro en marcha” a cada rincón en el que sea necesario llevar el amor por la lectura.
La metodología innovadora utilizada en los espacios de socialización con la comunidad consiste en llevar a la carga de estos animales una selección de diversos libros con los cuales se comparten lecturas dirigidas al público según el grupo presente. La población beneficiaria está conformada por niñas, niños y adultos que han encontrado en el proyecto las herramientas para aprender a realizar su firma e incluso adolescentes que gracias a Biblioburro y su motivación por la lectura y la educación, hallaron su vocación y hoy en día se desempeñan como profesionales.
Cabe mencionar que en sectores con condiciones culturales propias de la región, como la Sierra Nevada de Santa Marta, los libros que se comparten son leídos en lenguas autóctonas, facilitando el aprendizaje y creando espacios de inclusión y participación en el Magdalena.
El proyecto Biblioburro, que está institucionalizado como fundación desde el año 2010, no es únicamente desarrollado por el profesor Soriano, a este se le ha unido un grupo interdisciplinario de jóvenes con sentido social, que están trabajando en varios proyectos como lo son “Biblioburro Digital”, que tiene como objetivo que los niños y padres de familia tengan acceso a la tecnología por medio de computadores y programas educativos virtuales y “Biblioburro Very Well”, que a través del voluntariado ofrece una experiencia intercultural para el aprendizaje de la lengua inglesa.
Para su funcionamiento, la Fundación Biblioburro cuenta con el apoyo local e institucional de la Universidad del Magdalena y la Caja de Compensación, Cajamag. Además, a través de su fundación, cuenta con el apoyo de diferentes organizaciones internacionales que han favorecido su fortalecimiento.
IV. Resultados y discusión
Los resultados descritos a continuación obedecen a dos ámbitos de análisis. En el primer análisis se desarrollan cuatro criterios que permiten evaluar los instrumentos de cooperación internacional para el fortalecimiento de los dos proyectos de promoción a la lectura en términos de visibilidad, cobertura, sostenibilidad y replicabilidad. El segundo ámbito de estudio se centra en el análisis de tres dimensiones de desarrollo, a saber, la inclusión y cohesión social, la participación ciudadana y la sostenibilidad cultural, que a partir de las experiencias estudiadas permiten reconocer los nexos entre la promoción del lenguaje escrito y el desarrollo humano sostenible. Finalmente se presenta una discusión en torno a los retos de las iniciativas de promoción de lectura en Colombia y la pertinencia de la cooperación internacional.
A. Criterios de análisis: cooperación internacional en los proyectos innovadores de lectura
La relación entre la cooperación internacional y los proyectos de lectura abordados en la investigación está mediada por el común interés y vocación hacia el desarrollo humano sostenible. En este apartado se realiza una descripción de los criterios de análisis que permitieron constatar el impacto de la cooperación en las dos experiencias descritas.
Para la evaluación cualitativa se han establecido cuatro categorías que han sido estudiadas a partir de los resultados obtenidos con las entrevistas semiestructuradas realizadas a los grupos de gestores de proyectos, comunidades beneficiarias y agentes de cooperación internacional, además de fuentes secundarias obtenidas de revisión documental.
Criterio de visibilidad
Para determinar el criterio de visibilidad se han tenido en cuenta cuatro factores; a saber, la figuración de convenios de cooperación descentralizada o con organismos multilaterales, la recepción de premios y reconocimientos nacionales e internacionales, los procesos de internacionalización que se reflejan en las visitas a diferentes países y, por último, el alcance mediático obtenido a través de entrevistas, reportajes, productos audiovisuales y publicaciones en general que estén relacionadas con los proyectos innovadores de lectura.
En relación al primer factor, tanto La Carreta Literaria como Biblioburro han participado en convenios con organizaciones de índole internacional. Martín Murillo, gestor de La Carreta, cuenta en la actualidad con la Fundación SM en Colombia, con la que se alinea en el objetivo de trabajar con comunidades vulnerables en torno a la educación y la cultura. La Carreta recibe aportes financieros y dotación de material literario gracias a la contribución de la Editorial SM de origen español, “La Fundación SM tiene una editorial que vende libros, todo lo que ganan lo invierten en nueve países en Latinoamérica que están. En Colombia, yo soy uno de los afortunados que cuenta con ellos” (M. Murillo, comunicación personal, 24 de mayo del 2019).
La Carreta Literaria además ha trabajado en diferentes programas a través de organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo –BID– con el proyecto “Cartagena Emprende Cultura” en el año 2015 y con la Organización de Estados Iberoamericanos –OEI– con quienes realizó talleres para más de 300 maestros en el marco de la Feria del libro de Panamá en el año 2017.
Biblioburro, a través de su fundación, también se ha asociado a organizaciones como Spanish Children y Ewald Foundation, en Estados Unidos, Books for Change, en Suiza y la Fundación Novaterra en España, todas encaminadas a trabajar en torno a la educación y la movilidad social de poblaciones en condiciones de pobreza y exclusión.
En el factor de premios y reconocimientos, Murillo, gracias a su labor como promotor de lectura con La Carreta Literaria, obtuvo en el año 2017 un grado “Honoris Causa” por parte de la Institución Educativa Olga González Arraut en Cartagena.
Biblioburro, por su parte, ha recibido numerosos galardones a nivel nacional e internacional, entre los que Henry Candanosa, director de comunicaciones y proyección social de la fundación, señala:
En Timor de Leste oriental se le dio el reconocimiento de la medalla de la paz por el tema de la educación, el impacto que ha tenido en la paz, cuando uno está educando a la gente en valores y está cambiando armas por libros estamos favoreciendo la paz del país. Se le dio un premio como “Colombiano ejemplar” en el año 2015 con el Colombiano.com, un periódico de Medellín. El periódico El Tiempo también dio un reconocimiento a Biblioburro, la medalla de la gobernación del Magdalena. También mucho reconocimiento en México, Chile, España, con medallas e incluso reconocimiento económico, una beca en diciembre del año pasado para hacer un proyecto con una institución privada en los Estados Unidos y algunas instituciones de Estados Unidos y Europa nos han colaborado con dinero como becas económicas para seguir fortaleciendo el programa. (H. Candanosa, comunicación personal, 13 de junio del 2019).
Frente al tercer factor, relacionado con las visitas que los proyectos han realizado a otros países, La Carreta Literaria ha viajado a Argentina, Venezuela, Panamá, México y España en el contexto de ferias de libros y congresos, tal como apunta Murillo:
He ido a la Feria del libro varias veces en Panamá, fui al Congreso de la Lengua Española que hicieron allá, del 2013 al 2018, he ido como 5 veces a Panamá. Fui a Argentina a la Feria del libro en el 2010, fui a Guadalajara, a la Feria del libro en Madrid, España, en Venezuela estuve en 2010 en la Feria del libro del Chacao. Próximamente aspiro a ir a la Asociación de Bibliotecas en Estados Unidos. (M. Murillo, comunicación personal, 21 de junio del 2019).
De manera análoga, Luís Soriano con Biblioburro ha visitado numerosos países entre los que están España, Ecuador y Chile para hablar de las experiencias y el impacto del proyecto, “Llegamos a ir a Asia, África a mostrar qué es el Biblioburro y a recibir el premio en Timor Leste” (L. Soriano, comunicación personal, 30 de mayo del 2019).
En cuanto al último factor, los dos proyectos han contado con amplia difusión mediática. A nivel nacional periodistas reconocidos como Juan Gossaín han escrito reportajes sobre “La Carreta que no es carreta” haciendo alusión a la iniciativa de innovación y emprendimiento de Martín Murillo; un comerciante chocoano que encontró en los libros un estilo de vida. Por otro lado, Biblioburro se ha dado a conocer desde canales de comunicación internacionales como Universal Channel, BBC de Londres, y CNN.
En general son numerosas las crónicas, reportajes, notas periodísticas y referencias en publicaciones que a nivel nacional e internacional han visibilizado, hasta en idiomas diferentes al español, las historias, hazañas y dificultades de los proyectos y sus gestores. Incluso, las experiencias de Murillo y Soriano también han sido presentadas a través de productos audiovisuales visibles en portales como YouTube, el cual permite su reproducción desde cualquier parte del mundo.
Ambos gestores se han convertido en personajes icónicos de la promoción de la lectura. Marín Murillo, por ejemplo, cuenta con 32 caricaturas diferentes que se pueden observar en camisetas estampadas y afiches. Por otra parte, Luis Soriano ha sido caricaturizado, junto con sus compañeros Alfa y Beta, en dos libros infantiles; Biblioburro: una historia real de Colombia (2010), de Jeanette Winter y Esperando el Biblioburro (2011), de Mónica Brown.
Criterio de cobertura
Para contextualizar y dar vida a las iniciativas de promoción de la lectura, se hace necesario aterrizar los proyectos a comunidades específicas, acción que permite hacer medibles sus alcances y los resultados dentro de las poblaciones beneficiadas. El criterio de cobertura logra dar una visión de hasta dónde es necesario y posible aplicar dichas estrategias y en este caso, hablando de proyectos de promoción de lectura, logra concretar a quiénes se quiere beneficiar y cuáles son los grupos poblacionales directa e indirectamente involucrados.
En el caso de La Carreta Literaria, que se desplaza por todo el departamento de Bolívar, cubre en su totalidad los 48 municipios, incluido el distrito de Cartagena, focalizando en grupos de trabajo que no diferencia edad, posición socio-económica o cultural.
Su recorrido abarca aproximadamente 7890 kilómetros en los que Murillo atiende a un centenar de Centros de Desarrollo Infantil –CDI–, decenas de instituciones educativas y las 53 bibliotecas del departamento. El gestor de La Carreta presume ser el único proyecto de lectura que cobija en su totalidad los diferentes tipos de población que hay en Bolívar, tal como lo expresa:
En Cartagena tengo un trabajo, pero no está tan consolidado como el que tengo a nivel de los municipios, a nivel rural, a nivel departamental, por una cuestión sencilla; todo el que tiene un proyecto de promoción de lectura se enfoca en dos zonas, unos hasta los Montes de María y otros llegan hasta Mompós. De ahí para bajo solo llego yo. (M. Murillo, comunicación personal, 24 de mayo del 2019).
Entre tanto, la labor de Biblioburro en el departamento de Magdalena tiene su epicentro en el corregimiento de La Gloria, perteneciente al municipio de Nueva Granada. Directamente en La Gloria, el profesor Luis Soriano trabaja con un grupo de 180 niños, no obstante, la experiencia de Biblioburro alcanza a beneficiar de manera continua a alrededor de 500 personas entre padres, docentes y habitantes del sector.
En palabras de Soriano, Biblioburro ha logrado trascender “a otros corregimientos, otras comunidades y aplicarse en otros medios y lugares del mundo” (L. Soriano, comunicación personal, 30 de mayo del 2019). Incluso, como parte de la ampliación de cobertura se ha creado una red de “biblioburristas” con la que se alcanza a impactar cada rincón del departamento que debido a las condiciones geográficas presenta poblaciones aisladas:
Hoy día no soy yo solo de Biblioburro, ya actuamos una red de Biblioburristas que comprende desde la Sierra Nevada hasta la orilla del rio en la parte del Magdalena. Tenemos en Pinto, tenemos en Santa Ana, Calamar, desde el centro de Plato estoy yo, pero en la Sierra Nevada, que es la parte más difícil de nuestro departamento, hay arhuacos, koguis y arzarios. (L. Soriano, comunicación personal, ٢١ de junio del 2019).
El proyecto llega a la población de la Sierra Nevada adaptando sus contenidos a las necesidades de las diferentes comunidades de la zona. Además, los biblioburristas son personas que pertenecen a dichas comunidades, lo que facilita el acercamiento y promueve la pertinencia cultural, “los chicos en la Sierra Nevada lo hacen en wiwa y arhuaco, ellos tienen que utilizar su lengua nativa y esos biblioburristas también” (L. Soriano, comunicación personal, 30 de mayo del 2019).
De modo que las estrategias en promoción de la lectura son ideadas para trabajar en poblaciones con necesidades e intereses específicos, es decir, están sujetas a ser de beneficio y adhesión según el contexto donde se presenten, pero sin dejar de promover la inclusión y el pensamiento crítico en las comunidades.
Cabe señalar que el impacto de la cooperación internacional en este criterio es transversal, ya que puede considerarse como un efecto de los procesos de fortalecimiento de los proyectos por el cual se potencian sus alcances, y con ello, el número de beneficiarios directos e indirectos.
Criterio de sostenibilidad
El criterio de sostenibilidad permite evaluar la calidad de los proyectos frente al logro de sus objetivos durante el tiempo de su ejecución. Esta condición se mide en términos de durabilidad temporal teniendo en cuenta los recursos con los que cuenta el proyecto para tal fin.
En el caso de estudio, ambos proyectos han logrado mantenerse en el tiempo desde la fecha de inicio. La Carreta Literaria, creada en el año 2007, hoy día celebra 12 años de funcionamiento continuo y en este proceso han incidido tanto organizaciones nacionales como internacionales. Biblioburro, cuyo inicio data del año 1997, gracias a los aportes locales y los recursos de cooperación internacional que recibe a través de su fundación, se ha fortalecido de manera significativa 22 años después.
En términos de recursos financieros y humanos, tanto La Carreta como Biblioburro cuentan con auspicio de entidades privadas y públicas a nivel regional y nacional. La Carreta Literaria, por ejemplo, recibe aportes como parte del portafolio de responsabilidad social de empresas entre las que se cuentan RCN y el Concurso Nacional de Belleza. Además, a partir del reconocimiento local, entidades del sector público como el Instituto de Cultura y Turismo de Bolívar –Icultur– y el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena de Indias –IPCC–, han apoyado la gestión de Martín Murillo en el departamento.
Por otro lado, Biblioburro ha contado esencialmente con el aporte de la Caja de Compensación familiar del Magdalena, Cajamag, que además de financiación y dotación de materiales ha permitido amplificar la cobertura del proyecto, no s٠lo con la consolidación de la red de biblioburristas del departamento, también con el vehículo llamado el “Bibliobus” que permite llegar a zonas con vías más accesibles.
El apoyo que ha ofrecido la cooperación internacional para favorecer la sostenibilidad de los dos proyectos se ha reflejado a partir de diferentes instrumentos, como los programas de cooperación multilateral, proyectos descentralizados, la cooperación técnica y financiera.1
De acuerdo a Ángela Gardeazabal, directora de la Fundación SM en Colombia, la alineación de los objetivos entre La Carreta Literaria y la Fundación han propiciado la cooperación en términos financieros:
Nos asociamos con fundaciones que tengan los mismos objetivos de la fundación. ¿Cómo trabajamos esto? Ofreciendo una financiación (…) trabajamos y buscamos proyectos que tengan que ver con la promoción de la lectura y la escritura, tratamos de llegar a las zonas más desfavorecidas de este país para que los niños tengan acceso a la lectura” (Comunicación personal, 28 de mayo del 2019).
Es así como, a través de la asociación con proyectos, la fundación garantiza su cobertura en las diferentes regiones del país, siendo Martín Murillo el responsable de promover la lectura en el departamento de Bolívar.
Por el lado del Centro de Formación de la Cooperación Española en Cartagena, y pese a que dentro de sus estrategias se promueven primordialmente los proyectos internos, la Aecid apoya iniciativas externas de promoción de la lectura, como es el caso de La Carreta, a través de la generación de espacios y públicos, tal como lo señala Edison Fuentes, auxiliar de la biblioteca desde hace más de 19 años:
Siempre estamos apuntándole a apoyar a todos los que están en el medio de los libros, de las bibliotecas; Martín es una biblioteca. Cada vez que necesita, por ejemplo en la casa, los espacios para diseñar actividades, se le han cedido. O cada vez que desde la biblioteca pudiéramos apoyarlo con los públicos, porque desde la biblioteca tenemos poder de convocatoria o esa facilidad de convocatoria con instituciones educativas, fundaciones, grupos, entonces alguna vez hemos apoyado en esa parte. (Comunicación personal, 19 de junio del 2019).
En este sentido, La Carreta Literaria ha contado con el apoyo de la cooperación incluso de organismos multilaterales como el BID y la OEI. Para Murillo, lo más importante de este proceso es que los cooperantes compartan sus objetivos y entiendan que sus métodos e instrumentos de promoción son ejes del proceso de acercamiento y pertinencia cultural; en sus palabras, “primero, se acoplaron a lo que yo necesitaba a mis condiciones. Segundo, no invaden mi autonomía” (M. Murillo, comunicación personal, 24 de mayo del 2019).
En el caso de Biblioburro, la cooperación internacional se recibe a través de la Fundación Biblioburro. Numerosas organizaciones sin ánimo de lucro ofrecen diferentes tipos de ayuda manifestada en aportes económicos, dotación de materiales, voluntariado e incluso, becas. Al respecto, Luis Soriano explica:
Tenemos a Bill Gates, que nos ha colaborado con textos escolares, útiles, con todo el proceso de desarrollo psicomotriz de los chicos, es muy importante. Hemos tenido también el Estado de Dalton que nos ha reconocido y nos ha hecho una oferta de cooperación a través de la fundación que tenemos, y tenemos mucha afinidad con muchas fundaciones internacionales. (L. Soriano. Comunicación personal, 30 de mayo del 2019).
Henry Candanosa, director de comunicaciones y proyección social de la fundación, reconoce la importancia de las organizaciones internacionales que han influido en la sostenibilidad de proyecto:
Gracias a la cooperación internacional hemos podido conseguir recursos económicos y humanos para poder desarrollar nuestras actividades. Aquí en los últimos años han venido más de 500 personas de diferentes partes del mundo, incluyendo Japón, India, a hacer trabajo de voluntariado (…) la cooperación internacional ha sido sin duda una forma de poder traer recursos económicos y capital humano dentro de este proceso. (Comunicación personal, 13 de junio del 2019).
Para este criterio, es importante resaltar que los instrumentos que ha utilizado la cooperación internacional, si bien corresponden a una fracción de los recursos, han sido un apoyo representativo para la sostenibilidad de ambos proyectos en el tiempo.
Criterio de replicabilidad
El concepto de replicabilidad de un proyecto puede ser entendido como el impacto que ha generado y la capacidad que tiene de expandirse ya sea mejorando sus versiones o simplemente como muestra del efecto positivo que ha causado. Es por esto que dentro de la promoción de la lectura resulta estratégico reproducir en distintos escenarios las buenas prácticas que se han consolidado como motores de alfabetización, participación ciudadana y empoderamiento cultural.
Los logros obtenidos a partir de la interacción y participación activa de los diferentes grupos poblacionales y de la aplicación de estrategias innovadoras y pertinentes para el fomento de la lectura, propicia que La Carreta Literaria y Biblioburro cuenten con un amplio reconocimiento a nivel nacional e internacional. Una muestra de ello se basa en las dos experiencias que fueron inspiradas por La Carreta Literaria en República Dominicana y Argentina:
Una parte de la internacionalización es en República Dominicana con la señora Clarissa Brugal que viene todos los años al Hay Festival y montó el “Carretón Literario” que está inspirado en La Carreta Literaria. Hay otro en Argentina, el “Carrito Literario de Carlitos”, de Lucas Lizarraga, a este señor no lo conozco y está a kilómetros de distancia. (M. Murillo, comunicación personal, 21 de junio del 2019).
Para Biblioburro, el éxito ha sido tal que en las periferias de Milán una bibliotecaria local se apoya en Serafino, su burro, para ejecutar el proyecto denominado “Biblioasino”, el cual lleva la lectura a las bibliotecas Italianas:
Y no es que en Italia falten libros, bibliotecas, no haya dinero para acceder a un texto o los posibles lectores estén muy lejos. No. “En este caso sabemos que en estos países ricos la falta de bibliotecas, educación y escolarización no es un problema, y no lo hacemos porque hagan falta, sino porque esos lugares están vacíos” (…) La intención es que la historia del profesor Soriano les ayude a motivarse y a encontrarse con la lectura, “a sentirse tan afortunados con ella” (Quintero, 2011, parr. 3).
También en Chile y Bolivia se encuentran las Bibliollamas y en Brasil, India, Venezuela y Timor del Este esta iniciativa ha inspirado a que más gestores estén involucrados en procesos pedagógicos que incentiven el ejercicio de la lectura en diversas comunidades de manera incluyente (Fundación Biblioburro, 2018).
Es así como la acogida de La Carreta y Biblioburro ha trascendido fronteras sin ser esta su intención, lo que demuestra que las buenas prácticas pueden conllevar al fomento del desarrollo humano sostenible en regiones que necesiten de estas, redefiniéndose finalmente como prácticas de cooperación internacional.
Tabla 1.
Instrumentos de cooperación internacional en los proyectos analizados
Instrumento |
La Carreta Literaria |
Biblioburro |
|
Programas de cooperación multilateral |
↗ |
||
Proyectos de cooperación descentralizada |
↗ |
||
Cooperación financiera (No reembolsable) |
↗ |
↗ |
|
Cooperación técnica |
Donaciones |
↗ |
|
Becas |
↗ |
||
Voluntariados |
↗ |
||
Apoyo técnico (Generación de espacios y públicos) |
↗ |
||
Actividades de difusión (Congresos, seminarios, conferencias) |
↗ |
↗ |
|
Actuaciones de intercambio de buenas prácticas |
↗ |
Fuente: elaboración propia.
B. Dimensiones de análisis: lectura y escritura en las dinámicas de desarrollo
Y cuando la gente botó los espejuelos que se le pone a los caballos y se dio cuenta que este mundo es diferente y que nosotros tenemos nuestro pensamiento, que podemos impactar a través de nuestra forma de hablar, yo creo que ahí comencé la acción porque ya ahí había comenzado la acción lectora (L. Soriano, comunicación personal, 21 de junio del 2019).
Jesús Martín Barbero y Gemma Lluch en Lectura, escritura y desarrollo en la sociedad de la información (2011), realizan una investigación en la que se analizan diferentes programas de promoción de lectura en Latinoamérica con el objetivo de fortalecer las políticas públicas de cada país. A partir del trabajo se establecieron indicadores cualitativos que permitieron evaluar las prácticas culturales atendiendo a tres dimensiones de desarrollo social. En la presente investigación, y como síntesis de los resultados obtenidos en las entrevistas semiestructuradas, se han adoptado las tres dimensiones propuestas, ajustando los criterios a los contextos de los dos casos de estudio.
Inclusión y cohesión social
Esta dimensión se encamina a determinar cómo los proyectos de promoción de la lectura propician un modelo de sociedad integral a partir de la cohesión de los grupos e individuos que han sido excluidos de las dinámicas globales.
Los procesos de promoción de la lectura en espacios geográficos y culturales específicos exigen la aprehensión de los sistemas estructurales como las rutinas, modos y cosmovisiones de las comunidades para de esta forma asegurar el desarrollo humano intrínseco y sostenible. La adecuación de servicios respecto a las realidades de cada comunidad es uno de los indicadores que permiten evaluar esta dimensión.
En el caso de La Carreta Literaria, Murillo focaliza su trabajo en comunidades históricamente afectadas por la marginalidad, propiciando procesos de inclusión social que involucran beneficiarios de todas las edades en los diferentes municipios del departamento:
Yo leo para niños de 0 a 99 años, eso me abarca todo el núcleo social tanto niños de primera infancia, básica primaria, básica secundaria, nocturnas, universidades y adulto mayor. No es que yo haya puesto ese logo de 0 a 99 por publicidad o por un nombre rimbombante, es que es real. De los que estamos en el Caribe, creo que soy el que más se ha expandido en el área rural. (M. Murillo, comunicación personal, 24 de mayo del 2019).
La adaptación de los métodos de promoción de la lectura corresponde a las realidades de las comunidades sin dejar de ser innovadoras; elementos del día a día como una carreta o un burro adquieren una nueva significación sin dejar de perder su relevancia como parte del folclor:
Con el transcurrir del tiempo y con la situación del momento que era la acción paramilitar, tuvimos que ponerle nombre al trabajo. Inicialmente yo llevé libros en burro para satisfacer una necesidad que había en la comunidad, uno tocaba puertas, pero no colaboraban, entonces decidí coger un burro y llevar libros de casa en casa haciendo promoción de lectura, ayudando a los niños a hacer tareas y sin querer queriendo hoy en día todo el mundo conoce el proceso como Biblioburro. (L. Soriano, comunicación personal, 30 de mayo del 2019).
La consolidación de estrategias pertinentes y acordes a los contextos facilita un mejor acercamiento para el segundo indicador, el incremento de las capacidades individuales evidenciado a partir del impacto en la vida social y profesional de los beneficiarios. Las capacidades adquiridas a través lectura permean las representaciones del mundo, facilitando el acceso al conocimiento y las aspiraciones de movilidad social. Un ejemplo de lo anterior se manifiesta en el impacto al desempeño profesional que desde ambas experiencias ha favorecido el desenvolvimiento social:
De lo que va de 1997 hasta ahora, se han alfabetizado más de 3500 personas de las cuales una gran parte ya son profesionales porque esto inició hace más de veinte años. Hoy en día son personas que trabajan en el banco, escuelas, son profesores, otros trabajan en microempresas, graneros, haciendas, es decir, pudieron surgir, teniendo en cuenta que en ese tiempo estábamos viviendo la época del paramilitarismo y muchos incluso cambiaron las armas por libros. (H. Candanosa, comunicación personal, 13 de junio del 2019).
El ejercicio del conocimiento a través del estudio y la autonomía del pensamiento han permitido establecer nuevas dinámicas sociales en torno a la participación inclusiva y la cohesión comunitaria. En este sentido, el tercer indicador, que corresponde a la integración de la comunidad a partir de grupos de pertenencia para la gestión del conocimiento, se observa en los procesos de liderazgo y autogestión, tal como manifiesta Ingrid Ospino, bibliotecaria de la Institución Educativa Rural Mixta La Gloria:
Teníamos una comunidad apática a la lectura, pero tengo un grupo que le gusta leer y en este momento estamos alfabetizando a más señores mayores que no les gustaba. Tenemos un grupo acá en la biblioteca que trabajamos y estamos desarrollando el proyecto de terminar de alfabetizar en La Gloria. (I, Ospino. Comunicación personal, 5 de julio de 2019).
Otro ejemplo que permite validar este aspecto se evidencia en los flujos de comunicación e integración que se establecen mediante la conformación de grupos heterogéneos que ponen en común su conocimiento, tal como expresa Dunnys del Toro, docente en la Institución Educativa Ana María Vélez Trujillo en Cartagena:
La verdad es que nos sabemos y nos sentimos como parte de una comunidad educativa porque es un encuentro intergeneracional e intercultural, porque es la manera de enseñar de Martín o la filosofía de La Carreta que rompe con los esquemas tradicionales y le apuesta a la escuela de hoy a partir de una nueva manera de leer. (Comunicación personal, 27 de junio del 2019).
Analizar la inclusión y cohesión social es, en definitiva, identificar las maneras en que los proyectos de lectura propician la organización comunitaria y la consolidación de mecanismos de integración dentro de las dinámicas sociales en aras del bienestar colectivo.
Participación ciudadana
Esta dimensión se relaciona con los procesos de alfabetización política que desde abajo promueven la democracia y el ejercicio de los derechos. En este sentido, consiste en evaluar cómo el trabajo de promoción de lectura propicia las subjetividades y la intervención social a través del lenguaje y el pensamiento crítico y cómo a través de los espacios de participación, los individuos se involucran como agentes con derecho para la toma de decisiones y la ejecución de acciones democráticas.
Uno de los indicadores que permite analizar esta dimensión es la reformulación del papel del ciudadano como agente activo que puede incidir en la vida social, cultural y política, más allá de su derecho al voto. El ejercicio de la ciudadanía exige el pleno conocimiento de los derechos y deberes constitucionales, y en esa medida los proyectos de lectura han ofrecido espacios transversales para la construcción de sujetos sociales:
El impacto se genera a partir de todas aquellas cosas que se van incorporando en el día a día, porque se estructura una alfabetización donde el niño aprenda a escribir, a leer, donde conozca sus derechos como ciudadano, por ejemplo, porque a veces la gente no sabe que como colombianos tenemos derechos y deberes. (H. Candanosa, comunicación personal, 13 de junio del 2019).
Por otro lado, este indicador conlleva a saberse y sentirse agentes sociales con facultades de transformación, tal como señala Rosaura Alcalá, docente de la Institución Educativa Liceo de Bolívar y beneficiaria de La Carreta Literaria en Cartagena, «reconociendo su lugar, donde ellos viven, su barrio, qué necesidades tienen (…) en sus bocas, ahora es “voy a hacer un ingeniero porque quiero arreglar mi calle”» (Comunicación personal, 29 de julio del 2019).
Para el segundo indicador, el reconocimiento del derecho y la necesidad de estar informado y de acceder al conocimiento para desenvolverse en las dinámicas sociales y ejercer la democracia, se evidencia en cómo el proceso de alfabetización abarca el ámbito político:
Que los mismos pobladores hagan sus frentes de veeduría ciudadana y es lo que la gente está haciendo, hacen sus frentes de veeduría ciudadana, he visto el cambio porque ya la gente en verdad no es tan analfabeta, no por no saber escribir, sino analfabeta en pensamiento crítico, entonces la gente está haciendo otras alternativas de trabajo y otras en organizaciones de las comunidades a través del pensamiento crítico y no solamente yo o solamente Martín, otras personas, otras instituciones, las escuelas también han participado en este cambio de las comunidades. (L. Soriano, comunicación personal, 21 de junio del 2019).
Este segundo indicador se relaciona con una actitud crítica y reflexiva frente al mundo y a la vez, con la pertenencia a círculos de influencia más amplios. El acceso a la información y al conocimiento genera confianza para desenvolverse en el ámbito público, en ese sentido, se evidencia que la lectura y la escritura son herramientas que hacen posible que los beneficiarios pasen de ser objetos de educación a protagonistas del cambio social, «ellos mismos lo dicen “ay seño, ya yo sé decir más palabras” (…) Eso ha enriquecido mucho su vocabulario, ellos han perdido el miedo de hablar en público, cogen un micrófono y eso a ellos no les da pena» (R. Alcalá, comunicación personal, 29 de julio del 2019).
Finalmente, el tercer criterio –reconocimiento de la autonomía individual y comunitaria para expresar de manera crítica y reflexiva las opiniones mediante el discurso oral o escrito– se presenta a través de la expresión de las ideas y puntos de vista como parte de la democratización del conocimiento:
Hoy en día cuando veo que la gente se para incluso en contra de mis pensamientos, también me parece que hice bien la tarea, porque esto era lo que yo quería, que las personas fueran críticas y fueran autónomos en su pensamiento, que no se dejarán envolver porque lo que realmente pasa en Colombia en el sector rural es que ha sido golpeado y sometido, ha sido parte de la problemática armada de cualquier grupo en Colombia. (L. Soriano, comunicación personal, 21 de junio del 2019).
La promoción de lectura permite así la generación de argumentos y su socialización, es decir, va más allá del mero acto de leer y escribir como ejercicios mecánicos; en palabras de Martín Murillo:
Es enseñar las voces, trasladar las letras, todo lo que conlleva es a formar pensamiento crítico, a que si el niño se paró y me dice a mí que ese cuento no le gustó, tenemos que respetarlo, eso es válido, eso es lo mejor. (Comunicación personal, 21 de junio del 2019).
Sostenibilidad cultural
La sostenibilidad cultural hace referencia a las posibilidades de desarrollo social que se generan a partir de la plena consciencia de los capitales culturales de una comunidad y se evidencia en aspectos como la gestión y autonomía de la vida cultural, el desarrollo de las industrias culturales y la competencia intercultural.
El primer indicador de esta dimensión es la reapropiación de los capitales simbólicos de las comunidades para pensarse en el mundo, y con ello se observó si los proyectos promueven procesos de empoderamiento cultural en las comunidades. En este sentido, ambas experiencias están relacionadas con la reapropiación de diferentes tipos de capital. Un ejemplo de lo anterior se evidencia en el trabajo que hace Biblioburro en comunidades indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, en el cual se adaptan los materiales a las lenguas nativas, favoreciendo la conservación de los capitales lingüísticos. Otro ejemplo relacionado es el refuerzo de la oralidad, considerada como un elemento fundamental de la tradición literaria del Caribe colombiano, “La oralidad y la imaginación se trabajan mucho para que los niños amplíen su mente y puedan aprender de los cuentos” (H. Candanosa, comunicación personal, 13 de junio del 2019).
En el caso de La Carreta, se encontró que la figura de Martín Murillo, su gestor, representa un modelo de emprendimiento para jóvenes en situación de vulnerabilidad socioeconómica y de liderazgo para comunidades étnicas afrocolombianas:
Retornar a esa vivencia completa como un compromiso de vida concreto, que es el mismo ejemplo de vida de Martín; una persona que empezó vendiendo agua en las calles de Buenaventura y él siempre hace un recuento de su autobiografía en donde los alumnos puedan ver un modelo de imitación, no es solamente la lectura, es también ver en él un personaje. De eso también se trata la etnoeducación, de mirar qué modelos hay en la comunidad que cumplen el papel de líderes y lideresas que de pronto están en el anonimato pero que también hacen parte de nuestra cultura y están potenciándola a través de la educación. (D. del Toro, comunicación personal, 27 de junio del 2019).
El segundo indicador es el acercamiento a nuevas perspectivas sociales y culturales mediante la interacción con la lectura. Este criterio se cumple de manera transversal en los dos proyectos, ya que a través del contacto con los libros y los ejercicios de socialización se promueve el intercambio de experiencias y percepciones.
Un ejemplo concreto se evidencia con la estrategia “Biblioburro Digital” en la cual se propicia el acercamiento a otras formas de alfabetización, lo que amplía las capacidades de las comunidades, facilitando su inserción en las dinámicas globales, “cuando los niños están en el pueblo utilizamos el computador como herramienta de aprendizaje, es decir, aprenden a utilizar Word, Power Point, la red parental de internet; eso va en complemento con los libros” (H. Candanosa, comunicación personal, 13 de junio del 2019).
Por otro lado, es preciso señalar que la lectura, como proceso de comunicación, facilita el acceso a múltiples manifestaciones de la cultura, es decir, es una herramienta para desarrollar la interculturalidad.
El último indicador establecido es el estrechamiento de los lazos familiares y comunitarios a través de la vida cultural. Los lazos de proximidad permiten afianzar los diferentes procesos que inciden en la cultura y a la vez facilitan la transferencia de los capitales simbólicos dentro de la comunidad.
En el caso de La Carreta, a través de los espacios de promoción de la lectura se han consolidado los encuentros intergeneracionales para la gestión del conocimiento y la cultura:
El encuentro intercultural en el que Martín nos ha apoyado bastante, ese encuentro de chicos, jóvenes, adultos mayores, padres y madres de familia y sobre todo con él, que es una persona amiga de la comunidad que converge con todos los saberes y con todo ese andamiaje que tiene de lectura. (D. del Toro, comunicación personal, 27 de junio del 2019).
De igual manera Biblioburro, a través de su filosofía, promueve la lectura desde el hogar con el fin de incorporar el habitus de la lectura en el capital cultural de las comunidades:
Hoy en día yo no educo a los padres de familia porque fueron mis alumnos hace muchos años, ahora son mis padres de familia y les digo ¿Cómo quieres que eduque a tu hijo si ya tú viviste esto? Ayúdame, desde tu casa podemos hacer algo juntos y empezar desde la casa. (L. Soriano, comunicación personal, 21 de junio del 2019).
Es así como a partir de los proyectos, se promueve la integración desde diferentes ámbitos, lo que conlleva a la apropiación de la práctica de lectura como elemento inherente a la vida social y cultural de los beneficiarios.
C. Retos de la promoción de la lectura en Colombia y la pertinencia de la cooperación internacional
-No esperaba nada -mintió. Volvió hacia el médico una mirada enteramente infantil-. Yo no tengo quien me escriba.
(García Márquez en El coronel no tiene quien le escriba, 1961).
Amantya Sen en Desarrollo y Libertad (2000) replantea el concepto clásico de desarrollo haciendo alusión a la ausencia de privaciones, “las libertades de los individuos constituyen la piedra angular. Por lo tanto, prestamos especial atención a la expansión de las «capacidades» de las personas para llevar el tipo de vida que valoran y que tienen razones para valorar” (p.34).
La noción de capacidad es explicada por Sen como la potencialidad de alcanzar realizaciones individuales o aquellos instrumentos que confieren la libertad de escoger vivir como se vive. En este sentido, “la calidad de vida de una persona no se mide por su nivel, sino por la capacidad de la persona de optar por dicho nivel” (London y Formichella, 2006, p.29).
Parte del presente análisis se ha enfocado en ofrecer un sustento empírico en torno a la práctica de la lectura y la escritura como capacidades esenciales que intervienen en diversos factores de desarrollo humano sostenible y que permiten hacer socialmente visibles a los individuos y generar atmósferas de autodeterminación para que puedan re-definirse y re-contarse (Maass, 2006, p. 101).
El reconocimiento de la promoción de la lectura como herramienta de desarrollo humano se fundamenta en la medida de que fortalece las dimensiones simbólicas que constituyen el crecimiento estructural de los individuos y, por consiguiente, el de las comunidades. Al respecto, Sandra Zuluaga, directora de la Fundación Ratón de Biblioteca en Medellín, explica en sus palabras la relevancia de la lectura y la escritura para el desarrollo:
Un país con un alto alcance cultural equitativo y oportuno para todos ciudadanos, permite y posibilita la conversación, la lectura, la escritura, la interrelación, el análisis crítico sobre las situaciones de los colectivos y, por ende, la búsqueda de soluciones a situaciones no satisfactorias. Este es un camino para trabajar sobre la sostenibilidad de la vida para las generaciones presentes y futuras. (Comunicación personal, 14 de junio del 2019).
Los retos de la promoción de la lectura en Colombia están asociados a diversos aspectos entre los que se identifican los bajos índices de lectura y la deficiencia en el habitus lector, la falta de apoyo desde la institucionalidad, el imaginario negativo hacia las bibliotecas y la poca inversión en la escritura como industria cultural. Gloria Carmona, directora de la Fundación AfroCaribe en Cartagena, añade:
Los proyectos culturales son de gran importancia en un país como Colombia donde existen múltiples diversidades culturales las cuales son las primeras fracturadas en los procesos de guerra o desplazamiento. Las nuevas generaciones crecen sin un sustento cultural lo cual puede afectar el desarrollo del núcleo comunitario de las poblaciones. Por otro lado, los pocos recursos que el Estado dedica a la cultura y la corrupción hacen que los proyectos culturales sean uno de los primeros afectados en el apoyo económico. (Comunicación personal, 26 de junio del 2019).
El panorama actual de los proyectos que fomentan el desarrollo a partir de la cultura y la educación está relacionado con las dinámicas globales, las cuales exigen transformaciones estratégicas. En este sentido, la habilidad de innovar es un atributo indispensable para generar verdadero impacto sin trasgredir los ecosistemas socioculturales. Alexandra Ardila, gestora del proyecto La Bibliobicicleta en La Guajira, opina:
La innovación es por eso, porque se quiere romper esquemas, lo cuadriculado, lo académico, se le muestra a la gente que la literatura es difícil, que la academia no debe salirse. No, hay que llevarlo al campo. Siempre pensé, ¿Quién dijo que la gente tiene que ir a buscar las bibliotecas? Las bibliotecas tienen que ir a buscar a la gente, a donde sea, a las montañas, al campo, al desierto, a las islas. (Comunicación personal, 2 de junio del 2019).
En virtud de lo anterior, la pertinencia de consolidar espacios no institucionalizados de lectura consiste en reafirmar su valor como bien público y como derecho cultural. La promoción de lectura como acción sociocultural debe cumplir la función de generar ambientes sociales en los que a través del lenguaje y la comunicación se propicie la información, el pensamiento crítico, la multiplicidad de voces y todos aquellos aspectos que competen a la ciudadanía:
Lo que está en juego en el desarrollo de la lectura, en particular entre los jóvenes hombres y mujeres para los que leer no es algo natural, no me parece reducirse a una cuestión “social”. Lo que está en juego creo yo que atañe a la ciudadanía, a la democratización profunda de una sociedad (Petit, 1999, p.104).
La cooperación internacional es en este sentido un mecanismo que ha potenciado el alcance de los proyectos que se enfocan al desarrollo humano desde diferentes ámbitos. Por un lado, mediante los procesos de asociatividad se facilitan otras modalidades e instrumentos de cooperación, ampliando el margen de intervención de los proyectos y con ello, las capacidades de cobertura a beneficiarios directos e indirectos. Por otro lado, a través de los procesos de internacionalización se aumenta el campo de visibilidad de los proyectos, haciendo factible el reconocimiento extrínseco de las experiencias.
Desde la cooperación internacional se facilita también el intercambio de buenas prácticas que pueden ofrecer acciones con pertinencia cultural a la vez que dar una visión de las cosmovisiones y necesidades en diferentes comunidades:
El diálogo entre la visión local y la visión externa puede ayudar a idear acciones creativas dentro de los proyectos, el acompañamiento internacional, sobre todo en zonas donde la violencia se sigue manifestando, permite la visibilización de las acciones y el respaldo a los proyectos culturales que aportan por la paz y el desarrollo local comunitario. (G. Cardona, comunicación personal, 26 de junio del 2019).
Con el acompañamiento de la cooperación internacional se puede fortalecer la cualificación de los proyectos para la evaluación de los objetivos, ofreciendo una visión exógena de los procesos, herramientas y resultados. Además, a partir de sus diferentes instrumentos aporta un capital consolidado que hace viable que los proyectos se sostengan en el tiempo. Luz Emérita López, Profesional especializada de la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional de Colombia –APC– aclara al respecto:
La cooperación internacional es un apalancador del desarrollo en Colombia, por lo tanto, la sostenibilidad de los proyectos no está amarrada a la cooperación internacional. La sostenibilidad del proyecto está amarrada al compromiso de la nación que tenga que ver con esos proyectos y a los beneficiaros de los proyectos, porque una vez la cooperación sale, se espera que haya quedado suficiente escenario para que eso siga en el tiempo. (Comunicación personal, 11 de julio del 2019).
Es así como la cooperación internacional se constituye como mecanismo que potencia las diferentes iniciativas que buscan generar capacidades para el desarrollo humano sostenible. Su impacto en los proyectos se limita a los ámbitos de actuación y a la gestión interna de los mismos, siendo más eficaz cuando existe compromiso social por parte de los diferentes actores que se involucran.
V. Conclusiones
El análisis realizado permite explicar la relación existente entre desarrollo humano sostenible y el lenguaje escrito a partir del impacto que tienen las prácticas de lectura y escritura en la consolidación de capacidades humanas para las libertades individuales. En este sentido, la promoción del lenguaje escrito debe entenderse como un ejercicio de mediación sociocultural que va más allá del acto de alfabetización funcional y que influye en aspectos como la apropiación e intercambio cultural, la interacción y participación comunitaria y las posibilidades de realización de los individuos para que puedan vivir la vida que quieren.
Reconocer las prácticas lectoescritoras como herramientas para el bienestar social y la calidad de vida, es también reconocer la importancia de crear espacios y medios idóneos que involucren a las comunidades, haciéndolas protagonistas de sus propios procesos. En este sentido, la generación y fortalecimiento de proyectos innovadores en la promoción de prácticas de lectura y escritura corresponde a una necesidad de intervención social para el logro de sociedades más equitativas y críticas.
Las experiencias de promoción de lectura analizadas –La Carreta Literaria en Bolívar y Biblioburro en el Magdalena– son un ejemplo de las buenas prácticas de gestión de la cultura en el Caribe colombiano. Las dimensiones e indicadores de desarrollo expuestos no solo dan cuenta de los logros obtenidos, también de las realidades y necesidades específicas de las comunidades beneficiarias teniendo en cuenta que “la evaluación del desarrollo no se hace sobre el conjunto de realizaciones alcanzado, sino sobre el conjunto de realizaciones alcanzable” (London y Formichella, 2006, p.29).
La capacidad de los proyectos de integrar a las comunidades en las dinámicas globales sin trasgredir las realidades sociales, promover desde abajo las herramientas y espacios propicios para la democracia y su facilidad de adherirse a la vida social y cultural de las comunidades para generar procesos de empoderamiento, son atributos que han permitido generar oportunidades de desarrollo endógeno en las poblaciones beneficiadas.
Por otro lado, este análisis ofrece un escenario de los efectos de la cooperación internacional en los proyectos de lectura a través de sus diferentes instrumentos; tanto La Carreta Literaria como Biblioburro han contado con ayuda de cooperación a partir de programas y proyectos con diferentes organismos internacionales, aportaciones financieras no reembolsables y diferentes modalidades de cooperación técnica como donaciones, becas y programas de voluntariado que han impactado positivamente el desenvolvimiento de las experiencias.
Además, a partir de los factores de visibilidad y el apoyo en los procesos de gestión y evaluación, la cooperación ha contribuido a potenciar los alcances en cuanto a cobertura poblacional y líneas de acción, impulsando así el fortalecimiento de los proyectos. La cooperación internacional facilita también que las experiencias comunitarias puedan ser transferidas a otras realidades a partir de su replicabilidad, lo que propicia el reconocimiento a gran escala de los proyectos exitosos y el intercambio cultural.
Pese a que los procesos de sostenibilidad de las iniciativas están ligados al compromiso social de los agentes que participan, la cooperación puede facilitar con sus aportes el cumplimiento de los objetivos e, incluso, la consolidación de nuevos ámbitos de actuación. Se puede concluir entonces que, en el caso concreto de los proyectos abordados, la cooperación ha favorecido su reconocimiento como buenas prácticas de desarrollo humano, consolidándolos –a partir de su puesta en escena en otros contextos– como prácticas de cooperación internacional.
Referencias
Barbero, J. y Lluch, G. (2011). Lectura, escritura y desarrollo en la sociedad de la información. Bogotá: Cerlalc y Unesco.
De Souza, T. (2016). Lectura, biblioteca e inclusión social: importancia de la promoción de la lectura en comunidades ribereñas en Amazonas, Brasil. Información, Cultura y Sociedad, (34), 93-106.
Freire, P. (1984). La importancia de leer y el proceso de liberación. México: Siglo XXI Editores.
Fundación Biblioburro. (2018). Entrevista a Luis Soriano. [Online]. Recuperado de https://fundbi blioburro.org/noticias/entrevista-con-luis-soriano.
García Márquez, G. (1961). El coronel no tiene quien le escriba. Colombia: Ed Harper.
London, S., Formichella, M. (2006). El concepto de desarrollo de Sen y su vinculación con la Educación. Economía y Sociedad, XI. ISSN 1870-414X. [En linea]. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=51001702. [Fecha de consulta: 7 de junio de 2019.
Maass, M. (2006). Gestión cultural, comunicación y desarrollo. Colección Intersecciones 9. México: Coedición CNCA, UNAM, Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades e Instituto Mexiquense de Cultura.
Norden, I. (2006). La experiencia Cerlalc para el fomento del libro y la lectura. Revista de Cultura Pensar Iberoamérica. OEI. Recuperado de https://www.oei.es/ historico/pensariberoamerica/ric09a07.htm.
OEI. (2010). Biblioburro. [On line] Recuperado de https://www.oei.es/historico/noticias/ spip.php? article7834.
Petit, M. (1999). Nuevos acercamientos a los jóvenes y la lectura. Fondo de Cultura Económica: México D.F.
Quintero, M. (2011). Serafino, el biblioburro que parla italiano. El Colombiano. Recuperado de https://www.elcolombiano.com/historico/serafino_el_biblio burro_que_parla_italiano-MFEC_131184.
Ramos, E. (2009). Promoción de la lectura en América Latina, estudio de casos emblemáticos: México, Argentina, Brasil y Colombia. XIV Conferencia Internacional de Bibliotecología “Información y ciudadanía: desafíos públicos y privados” (págs. ١-٣٩). Santiago de Chile: Colegio de Bibliotecarios de Chile A.G.
Sen, A. (2000). Desarrollo y libertad. Buenos Aires: Planeta.
1 Ver Tabla 1. Instrumentos de cooperación internacional en los proyectos analizados.