Desglobalización y cooperación internacional hacia la terceradécada del en el siglo XXI
Deglobalization and International Cooperation toward the Third Decade of the 21st Century
Compiladores: Giuseppe Lo Brutto, Rafael Domínguez
Ambar Navidad Aguilar Estrada1
Autora
1 Estudiante de licenciatura en Relaciones Internacionales en Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Puebla, México.
Correo electrónico: ambarneuer@gmail.com
ambar.aguilar@alumno.buap.mx
Orcid: https://orcid.org/0000-0002-5592-5225
Cómo citar:
Aguilar Estrada, A. (2021). Desglobalización y cooperación internacional hacia la tercera década del en el siglo XXI [reseña del libro Desglobalización y análisis del sistema de cooperación internacional desde una perspectiva crítica. de Giuseppe Lo Brutto y Rafael Domínguez (comp.)]. Revista Internacional de Cooperación y Desarrollo. 9(1), 89-93
DOI: 10.21500/23825014.5768
Tipo de artículo: Reseña
Recibido: febrero de 2022
Revisado: abril de 2022
Aceptado: mayo de 2022
OPEN ACCESS
Resumen
El complejo escenario internacional del Siglo XXI ha puesto en jaque los procesos de cooperación entre los Estados y ralentiza el motor de la acumulación de capital a escala mundial. La pandemia del COVID-19 ha puesto de relieve una fase descendente del ciclo económico y del proceso de globalización, aunado a un rampante proteccionismo entre los Estados, mismo que ya mostraba su origen desde la crisis de 2008 y que se intensificó a partir de la recesión de principios del 2018, agravada en 2020 por las restricciones a la movilidad y las medidas generales adoptadas para frenar los contagios del letal coronavirus. Todo ello, ha ido reduciendo la interdependencia económica de los países dando pie a un fenómeno que bien puede ser definido como desglobalización. Todas estas cuestiones son tratadas en el libro titulado Desglobalización y Análisis del Sistema de Cooperación Internacional desde una Perspectiva Crítica, coordinado por Giuseppe Lo Brutto y Rafael Domínguez, en el que se discute la idea del avance hacia un régimen de cooperación Sur-Sur que parece ser la oportunidad para dar un giro a la economía política mundial y a las relaciones internacionales, respondiendo a las necesidades sociohistóricas de las regiones menos desarrolladas y buscando el respeto a la soberanía de los Estados del Sur global en su búsqueda de mayor autonomía y beneficio mutuo.
Palabras clave: cooperación; Estados; recesión; desglobalización; Sur.
Abstract
The complex international scenario of the 21st century has jeopardized the processes of cooperation between States and slowed down the engine of capital accumulation on a global scale. The COVID-19 pandemic has highlighted a downward phase of the economic cycle and of the globalization process, coupled with a rampant protectionism among States, which already showed its origin since the 2008 crisis and intensified since the recession of early 2018, aggravated in 2020 by the restrictions on mobility and the general measures adopted to curb the contagions of the lethal coronavirus. All this has been reducing the economic interdependence of countries, by giving rise to a phenomenon, which may well be defined as de-globalization. All these issues are discussed in the book entitled Deglobalization and Analysis of the International Cooperation System from a Critical Perspective, coordinated by Giuseppe Lo Brutto and Rafael Domínguez, which discusses the idea of moving toward a South-South cooperation regime that seems to be the opportunity to turn the world political economy and international relations around, by responding to the socio-historical needs of the less developed regions and by seeking respect for the sovereignty of the States of the global South in their search for greater autonomy and mutual benefit.
Keyword: Cooperation; States; Recession; Deglobalization; South.
Abordar el tema de la cooperación internacional desde las aristas convencionales o según las narrativas tradicionales vinculadas al Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), suele ser insuficiente, sobre todo si se considera que el complejo escenario internacional, como el que se ha desplegado en lo que va del siglo XXI, pone en jaque a los procesos de cooperación entre Estados nacionales y ralentiza el motor de la acumulación de capital a escala mundial. La pandemia del COVID-19 ha puesto de relieve una fase descendente del ciclo económico y del proceso de globalización, aunado a un rampante proteccionismo entre los Estados, mismo que ya rastreaba su origen desde la crisis de 2008, y que se intensificó a partir de la recesión de principios del 2018, agravada en 2020 por las restricciones a la movilidad y las medidas generales adoptadas para frenar los contagios del letal coronavirus. Todo ello, ha ido reduciendo la interdependencia económica de los países dando pie a un fenómeno que bien puede ser definido como de desglobalización.
Esta crisis ha llevado a los agentes económicos y estatales, por una parte, a fortalecer la cooperación internacional en el suministro de equipos médicos y vacunas para combatir la pandemia, mientras que, por otra parte, restringe la movilidad de las personas y bloquea las cadenas globales de producción que fueron interconectando al mundo, como resultado de la intensificación de los procesos de globalización, desde el último cuarto del siglo XX. En esta paradójica coyuntura, es posible identificar una polarización en el sistema internacional encabezada por dos regímenes de cooperación internacional que bien podrían ser reflejo de una posible “transición hegemónica” de los Estados Unidos a China. El primero de estos regímenes es el ya tradicional régimen internacional del CAD de la OCDE que corre en una lógica de Norte a Sur y que fue delineado por la hegemonía mundial de Estados Unidos en la segunda mitad del siglo XX; mientas que el segundo régimen, con una óptica más centrada en la cooperación Sur-Sur, parece estar construyéndose bajo el liderazgo de China.
Todas estas cuestiones son tratadas en el libro Desglobalización y análisis del sistema de cooperación internacional desde una perspectiva crítica coordinado por Giuseppe Lo Brutto y Rafael Domínguez. La obra es resultado de la convocatoria del Grupo de Investigación en Cooperación Sur-Sur e integraciones regionales de la Red Española de Estudios del Desarrollo (GICSS-REEDES) en colaboración con la Red Iberoamericana Académica de Cooperación Internacional (RIACI), editado bajo el sello del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (ICSyH-BUAP) de México y la Universidad de Cantabria (UC) de España. El libro se divide en un ensayo introductorio y siete capítulos, y se presenta como una herramienta necesaria para el acercamiento a los temas de la cooperación internacional y su desarrollo histórico, considerando la actual fase de desglobalización como cuestionamiento de las narrativas tradicionales y aportando una perspectiva renovada y crítica a los estudios de la economía política internacional y de las relaciones internacionales, en el marco particular de la cooperación internacional y los procesos de globalización.
El ensayo introductorio que abre la obra, a cargo de Rafael Domínguez, se presenta como un preámbulo que proyecta la similitud estructural de la cooperación internacional en tiempos de transición hegemónica. En palabras del autor, el texto trata de los isomorfismos que se identifican en momentos de desglobalización, definida como la desaceleración de la globalización. Este proceso se conjetura como el escenario de la polarización que se ha venido gestando durante los últimos años y que se puede denominar el futuro de la realpolitik de índole regional y no mundial, pues tanto China como Estados Unidos tienen un peso enorme en regiones estratégicas, aunque ninguno de los dos coincide en sus objetivos y en los medios a utilizar para llegar a ellos. De ahí que quizá valga la pena recordar el apotegma que Henry Kissinger (2011) exponía sobre que el verdadero dilema del futuro de la política mundial radica en la capacidad de las potencias mundiales de coordinarse o enfrentarse, pues como bien advirtió tempranamente Samir Amin (1994) el desarrollo de China trastoca todos los equilibrios mundiales, haciendo que los estadounidenses se sientan cada vez más amenazados.
En este panorama se desarrolla el primer capítulo del libro, a cargo de Pierre-Oliver Sire, en el que se presenta una retroalimentación sociohistórica y geopolítica que va desde Breton Woods hasta la configuración del gigante asiático y la importancia de este en la cooperación sino-latinoamericana, que sitúa dentro de sus más ambiciosos proyectos el avance de la Belt and Road Initiative. El autor muestra la intención de reconceptualizar el sistema de la Tianxia en la política exterior china como referente de la ascendencia del sino-centrismo, cuyo objetivo es la conducción a un llamado isomorfismo progresivo, es decir, una estructura similar al régimen contrario, que es el que impulsa el CAD, pero con vísperas de expandir su influencia política y económica en países subdesarrollados. El capítulo constata que la crisis de identidad del CAD, luego de más de ٥٠ años de promover ayuda y cooperación en una lógica Norte-Sur, sufre diversas contradicciones, a causa de ser un sistema cuyo pecado original es el compromiso moral, en vez de desarrollo y cooperación basada en la corresponsabilidad, como lo ejecuta China. Todo ello preludia el desarrollo de un régimen de la cooperación internacional Sur-Sur en la reivindicación de Tianxia como fundamento de las decisiones en materia de política exterior china, buscando ser un influjo que maximice la cooperación –en pocas palabras– convertirse en la némesis de los modelos imperialistas, y según Tyngyang Zhao (2019), producir la propia destrucción de estos.
El segundo capítulo, a cargo de Giuseppe Lo Brutto y Javier A. Vadell, abre una discusión sobre The Belt and Road Initiative en el marco de las relaciones entre China y la región de América Latina y el Caribe, que se tensiona ante su histórica relación con los Estados Unidos, y que, en cierto sentido, sigue moldeando expectativas de los países latinoamericanos y caribeños en un escenario mundial cada vez más desglobalizado y políticamente polarizado ante la coyuntura de la COVID-19. La intención de la expansión de The Belt and Road Initiative a América Latina y el Caribe, además de mitigar las necesidades económicas que existen en la región, también incrementa y fortalece la cooperación con las instituciones que apuntalan el nuevo liderazgo mundial de China. Así que, ante el debilitamiento generalizado de las economías mundiales en el marco de la llamada desglobalización, The Belt and Road Initiative pretende impulsar la cooperación Sur-Sur, por lo que el capítulo devela, tal y como sugiere Qin Yaqing (2018), que ambas partes, es decir, China y la región de América Latina y el Caribe, irán avanzando hacia una síntesis armoniosa derivada de la continua reconstrucción y reajuste de las identidades a través del diálogo político, inversiones y financiamiento en infraestructura. Así que, desde este punto de vista, se constatan las causas y los posibles escenarios que se pintan en la expansión de The Belt and Road Initiative en América Latina y el Caribe y que entronca con la crisis de la globalización neoliberal de cara al nuevo paradigma de la desglobalización, que parece estar desarrollándose bajo el liderazgo chino.
De ahí que, en el tercer capítulo del libro, Antonina Ivanova apunte a que el tema del cambio climático debe abordarse con características desglobalizadoras. La propuesta presentada en esta sección es la confianza en el régimen de cooperación Sur-Sur que representa una premisa favorable en el logro de las consignas del cambio climático, tales como los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) o el Acuerdo de París, a través de la preferencia de los países en desarrollo al intercambio de información tecnológica para encontrar soluciones a largo plazo sustentables, incluyentes y económicamente eficientes. Asimismo, se ahonda en el rol que las economías del Sur desempeñan hoy en día, desplazando a segundo plano el eje Norte-Sur en materia de cooperación. Todo ello impacta en la globalización neoliberal que parece incapaz de llevar a cabo con éxito, medidas para la mitigación del cambio climático, tal y como advierten Sanjay y Timothy (2015), además de que se perpetúan relaciones de poder desiguales e invisibilizan a las comunidades desposeídas. Por eso, Ivanova destaca cuatro puntos que emprenden un proceso desglobalizador al deslindarse de las medidas neoliberales tradicionales: (i) la nueva agenda internacional para apegarse al Acuerdo de París; (ii) una evaluación a los acuerdos económicos regionales y su aportación; (iii) el desarrollo de la cooperación Sur-Sur y (iv) el impacto de The Belt and Road Initiative bajo el liderazgo del Sur.
En este panorama, en el cuarto capítulo Eduardo Crivelli y Ada C. Cabrera apuntan que, precisamente, en el marco de la llamada desglobalización se discute el impacto que la cooperación Sur-Sur tiene en la edificación regional y la constante inquietud de los países latinoamericanos y caribeños de descentralizarse de los organismos e instituciones que apuntalan la hegemonía mundial de Estados Unidos, que parece ir en relativa decadencia desde el último cuarto del siglo XX. Desde esta perspectiva, se espera que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) pueda superar la parálisis en los procesos de integración regional vivida en la segunda década del siglo XXI, luego del fin del super ciclo de las commodities, que terminó girando a la derecha la política de muchos gobiernos de la región, los cuales parecen haber intentado desmantelar el proyecto integracionista de la década anterior esbozado por los gobiernos de corte progresista. Aquí se pone en evidencia el sentido estratégico que adquiere la CELAC, sobre todo por los foros que mantiene con China y la reingeniería de este proceso regional que el nuevo eje progresista México-Argentina articula para hacer frente a la pandemia de COVID-19. Por lo tanto, la desglobalización no sería más que el punto medio de transición del moderno sistema mundial en decadencia, expresado en la crisis del neoliberalismo y la hegemonía mundial de los Estados Unidos, de cara a la emergencia de un nuevo orden global, que parece estar articulándose en los procesos de cooperación Sur-Sur con China como líder.
Todo ello demuestra, como bien señalan Alexandre C. Leite, Aline C. da Rocha y Polianna de Almeida en el quito capítulo, que, en el marco de la llamada desglobalización, en realidad China está poniendo en marcha un nuevo proyecto global, basado en sus principios de política exterior y enfatizando en la importancia de sus relaciones con las distintas regiones del mundo. En este panorama, los autores ponen de relieve que China parece haber estado desconectada de la conciencia latinoamericana y caribeña, pero ha avanzado en los últimos años hacia la formación de una cooperación multilateral basada en los principios de la cooperación Sur-Sur. De ahí que, la acción del gobierno chino en las agendas del Foro China-CELAC y el Foro para la Cooperación entre China y África parece avanzar hacia la sustitución del régimen del CAD, lo cual deja entrever una reformulación de las medidas neoliberales que han sido impuestas con vigor en los procesos de cooperación internacional desde el último cuarto del siglo XX.
En este sentido, Carlos Cortés y Mathilde Nicoli, en el capítulo sexto, abren una discusión sobre la necesidad de evaluar la capacidad (y, por tanto, efectividad) de la Cooperación Sur-Sur en las estrategias de Cooperación Internacional para el Desarrollo (CID) en México. En el desarrollo, los autores definen a México como un “Cooperante Híbrido”, refiriéndose a su papel como donante tradicional y que, al ser un cooperante dual, puede recuperar ciertos ideales del Sur Global y la cooperación eficaz al desarrollo, pero a su vez, mantener una contención al establecimiento de un sistema de monitoreo. El trayecto del Sistema de Cooperación Internacional Mexicano no ha sido lineal ni sencillo, pues su institucionalización y formalización es reciente. En este capítulo, se reflexionan los cinco pilares que rigen la Cooperación Internacional para el Desarrollo mediante la importancia del papel de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), así como de los mecanismos jurídicos y digitales que presentan diversas limitantes para el estudio cualitativo y cuantitativo de la efectividad de la CID en México debido a la alta influencia que existe por parte de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD). Esto nos invita a cuestionar nuevamente el alcance que el Norte Global tiene en los escenarios contemporáneos y reestablecer las estrategias con base en el panorama de la desglobalización.
Asimismo, Fernando de la Cruz, en el séptimo capítulo que compone el libro, parte de la idea de la desglobalización para cuestionarse sobre el futuro del sistema de cooperación internacional presentando el caso de Bolivia. A manera de conclusión, el autor aboga por que las políticas comerciales restrictivas, la unilateralidad política y militar en el escenario internacional han conducido a un proceso de autopreservación en los Estados, retornando al siglo XX en el que el interés de la burocracia en el gobierno (o interés nacional) permea en las decisiones de la Cooperación Internacional. Este capítulo, De la Cruz insta a reflexionar sobre las irrupciones en los modos de producción que han llevado a las medidas que en la actualidad afectan fuertemente la situación boliviana.
En resumen, se puede decir que el libro, Desglobalización y análisis del sistema de cooperación internacional desde una perspectiva crítica, discute la idea del avance hacia un régimen de cooperación Sur-Sur que parece ser la oportunidad para dar un giro a la economía política mundial y a las relaciones internacionales, respondiendo a las necesidades sociohistóricas de las regiones menos desarrolladas y buscando el respeto a la soberanía de los Estados del Sur global en su búsqueda de mayor autonomía y beneficio mutuo. En otras palabras, la obra antes mencionada busca desmitificar la palabra “desglobalización”, aludiendo a que es necesario seguir distintos caminos que vayan a contrapelo de las lógicas tradicionales verticales de la globalización que históricamente ha beneficiado al Norte en detrimento del Sur.
Referencias
Amin, S. (1994). El futuro de la polarización global, Nueva Sociedad, 132, 118-127.
Kissinger, H. (2019 [2012]). China, México: Debate.
Qin, Y. (2018). A Rational Theory of World Politics, Cambridge: Cambridge University Press.
Zhao, T. (2019). Redefining A Philosophy for World Governance, Singapur, Foreign Language Teaching and Research Press y Palgrave McMillan.
Sanjay, C. y Timothy, D. (2015) Climate terror: a critical geopolitics of climate change, Hampshire, Palgrave Macmillan.
Libro reseñado:
Lo Brutto, G. y Domínguez, R. (coords). (2020). Desglobalización y análisis del sistema internacional de cooperación, desde una perspectiva crítica. México: BUAP-UC, 322 páginas.
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