Abstract
Este artículo realiza un análisis sobre el papel de los actores legales e ilegales como intermediarios del Estado, en la región del Urabá Chocoano, entre 1995 a 2001. Este territorio fue escenario de disputas y enfrentamientos violentos, asociados a intereses como la explotación del monocultivo de la palma africana, la imposición de ganadería extensiva, la minería y el control de negocios asociados al crimen organizado. En este contexto, el Estado jugó un papel fundamental, pues se enfrentó a las comunidades que le disputaron el control territorial a través de la intervención directa o la delegación de funciones a terceros